LA ASPERGILOSIS TIENE MÁS DEL 50% DE RIESGO DE MUERTE

LA ASPERGILOSIS TIENE MÁS DEL 50% DE RIESGO DE MUERTE

5 julio, 2019 0 Por Rene Davila
Riesgo de tener infecciones incurables.

Isovuconazol fármaco de última generación.

La resistencia bacteriana y la resistencia antifúngica están creciendo. 

En la mayoría de series y grupos de pacientes con enfermedades fúngicas invasoras (EFI), la tasa de mortalidad media relacionada con la Aspergilosis, es mayor del 50%, en parte debido a la dificultad para realizar un diagnóstico temprano y seguro de este tipo de infecciones, aseveró el doctor Luis Ostrosky-Zeichner, profesor de Medicina y Subdirector de Atención de la Calidad de la Salud e Infectólogo de la Escuela de Medicina McGovern de la Universidad de Texas.

La aspergilosis ocupa el segundo lugar entre las enfermedades micóticas invasivas causadas por hongos oportunistas, estimándose su frecuencia entre el 5 y el 20%, con una tasa de mortalidad que llega a estimarse entre 70 y 90%. Entre las novedades terapéuticas hay nuevas generaciones de medicamentos que ya están en el mercado, como el isovuconazol, fármaco de última generación, que han mostrado seguridad y eficacia en el tratamiento de infecciones por hongos, como la aspergilosis y la mucormicosis. México ha tenido una gran tradición en infectología, con grandes especialistas de fama mundial. Se cuenta con un gran nivel de sofisticación en los hospitales de tercer nivel, a la altura de los más avanzados.

Para identificar y clasificar el tipo de hongo, se hacen biopsias para cultivo en el área de Patología, que identifica este tipo de infecciones, y en los últimos años se han desarrollado técnicas más avanzadas de biología molecular, como son galactomanano, PCR, Beta glucano y tomografía computada de alta resolución, que permiten la detección de los organismos para determinar el tipo de infección. “Con estas nuevas tecnologías, el resultado lo podemos tener en un par de días”.

“Todos hemos oído sobre las infecciones por hongos, y pensamos en hongos en las uñas o en candidiasis vaginal, o algodoncillo en bebés, pero realmente existe un grupo de infecciones fúngicas mucho más agresivas e invasoras que ocurren, sobre todo en personas que tienen su sistema inmunológico debilitado, personas que tienen trasplante de médula ósea, cáncer, VIH, pacientes críticamente enfermos en el hospital”. Este es un nuevo grupo de pacientes que tiene riesgo de que los hongos que generalmente tenemos en nuestro cuerpo, se vuelvan invasivos y propicien una infección de muy alto riesgo y mortalidad. Las infecciones fúngicas son cada vez más frecuentes, aseguró durante su conferencia “Diagnóstico y tratamiento en pacientes con micosis invasiva”, en el XLIV Congreso Nacional de Infectología y Microbiología Clínica, que se realizó recientemente en León.

Por ejemplo, un paciente con cáncer hematológico, una leucemia; toma su quimioterapia, bajan sus defensas y llega un agente oportunista del medio ambiente, un hongo, que puede causarle la muerte. El abordaje médico idealmente debe ser multidisciplinario, trabajar en equipo, con el infectólogo; sospechar que el paciente pueda tener una infección por hongos y después trabajar con el laboratorio de microbiología, para identificar estos organismos y hacer el diagnóstico. “Las nuevas estrategias de tratamiento incluyen profilaxis, terapia preventiva y terapia empírica”.

Este tipo de hongos generalmente son muy agresivos, por lo que en el mejor de los casos, las tasas de curación que se obtiene con los mejores medicamentos van del 50 al 80%, por lo que aún falta mucho camino para desarrollar nuevos medicamentos y nuevas técnicas, que nos permitan atender más rápido a los pacientes y tratarlos más eficazmente. Como retos para esta especialidad, hoy tenemos muchos pacientes con enfermedades como cáncer, diabetes, insuficiencia renal y otras más, los cuales requieren terapias muy agresivas para enfrentarlas, pero estas terapias también provocan debilitamiento o baja de defensas en el organismo, por lo que la infectología es una especialidad de apoyo para poder sobrevivir a este tipo de enfermedades. “Vivimos una crisis donde la resistencia bacteriana y la resistencia antifúngica están creciendo, y el desarrollo no va a la par, teniendo el riesgo de tener infecciones incurables”.