LA PANDEMIA PUSO EN EL APARADOR LAS ENFERMEDADES MENTALES

LA PANDEMIA PUSO EN EL APARADOR LAS ENFERMEDADES MENTALES

9 abril, 2021 0 Por Rene Davila

Foto: Internet. Prevenir aumento de personas que desarrollan trastornos y proteger a quienes ya los tienen. 

Fuente: UNAM

La pandemia ha afectado de manera importante la salud mental, y aceleró la presencia de una sociedad que tiene una brecha importante de atención, en la cual aproximadamente 75% de las personas que enferman en el rubro mental no reciben tratamiento, señaló María Elena Medina-Mora Icaza, directora de la Facultad de Psicología de la UNAM.

Al participar en la conferencia “Importancia de la salud mental durante la pandemia”, aseguró que 30% de la sociedad en algún momento de su vida presenta un trastorno. Si no hay atención médica, el costo social es elevado y el impacto sobre el Producto Interno Bruto resulta importante, ya que se trunca la educación, se presenta desempleo, ausentismo por enfermedad o pérdida de productividad, por ejemplo.

Las personas con enfermedades mentales graves fallecen de 15 a 20 años más jóvenes que la población general. Hay que prevenir el aumento de la proporción de quienes desarrollan trastornos, proteger a quienes los tienen e implementar intervenciones de salud pública, que permitan cuidar a los profesionales de la salud y a los cuidadores de los enfermos. Se requiere que la desigualdad disminuya con políticas públicas.

Se ha aprendido que quienes sobreviven a la COVID-19 tienen diferentes manifestaciones: algunas presentan delirios, psicosis y trastornos neuropsiquiátricos graves, “no sabemos qué tan perdurables y es lo que necesitamos investigar”. En cuanto a la relación del confinamiento con el deterioro cognitivo, subrayó que hay más preguntas que certezas. En cambio, se sabe que una persona que tiene insuficiencia respiratoria después de haber sido intubada en terapia intensiva, tiene una puntuación de cognición menor que la media de la población, parecido a un Alzheimer leve. Este deterioro afecta a una cantidad importante de pacientes al momento de su alta, y un año después lo siguen teniendo.

Otros síntomas como dolores de cabeza, alteración de conciencia, convulsiones, ausencia de olfato y gusto, son comunes en etapas de la enfermedad. De igual manera, se ha pensado en otro tipo de complicaciones encontradas en autopsias de pacientes, pero “estamos a nivel de hipótesis”. 

Un sector importante es el de los jóvenes. De los 12 a los 17 años se presenta la mayor prevalencia de trastornos de ansiedad y conducta disruptiva (comportamiento de tipo antisocial); son el segundo lugar en el aumento de consumo de drogas. Además, la prevalencia de trastornos mentales ha aumentado en la población de 18 a 26 años. 

Entre las acciones que se requieren, están: las intervenciones que promuevan la salud; trabajar en la solución de conflictos sin violencia; mejorar las interacciones sociales (lo cual ha sido una gran pérdida para los niños y jóvenes que no van a la escuela); promover la tolerancia, además de evitar la discriminación y los estigmas.