NECESARIO, OPONERSE A MODELO ECONÓMICO QUE DESPRECIA EL DERECHO A UN TRABAJO DIGNO

Violación a los derechos no sólo económicos, sino culturales, políticos y sociales.

Confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico.

Fuente: Ibero

En México es necesario oponerse al modelo económico impulsado los últimos 30 años en el país, el cual además de provocar un aumento de la pobreza y marginación ha precarizado el empleo, a través de una generalización de la explotación que ha despreciado sistemáticamente el derecho a un trabajo digno, permanente y bien remunerado, señaló Randolfo González de la Mora, director de Educación Continua (DEC) de la Universidad Iberoamericana (Ibero) Ciudad de México.

“Sin una reivindicación integral de este derecho, se abre la puerta para el progresivo incumplimiento y violación a los derechos no sólo económicos, sino también a los culturales, políticos y sociales”. Para afrontar esa amenaza, es importante impulsar el reconocimiento, promoción y defensa de los derechos humanos laborales, “porque implica la valoración y preservación del trabajo, entendido como la energía vital que nos brinda trascendencia, capacidad de colaboración y fuerza transformadora”.

“En la universidad estamos dispuestos a colaborar con quienes desean un México mejor, y hacemos votos para que el Gobierno entrante ponga al centro de sus propuestas de cambio, el respeto irrestricto a todos los derechos humanos para todas y todos los mexicanos, porque sólo desde esta perspectiva integral y extensiva, es como podremos revertir la injusticia del modelo económico impuesto los últimos 30 años, el cual permanece al día de hoy incólume, pero que es menester corregir y reorientar radicalmente antes que su decadencia nos arrastre a peores niveles de muerte, depredación y violencia institucional.

La actual violencia estructural que mantiene a México en condiciones de emergencia y crisis permanente, torna fundamental ofrecer alternativas económicas; y en esa tesitura, pensar y ejecutar éstas es prioritario.

‘Algunos todavía defienden las teorías del «derrame», que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico, y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante… Mientras tanto, los excluidos siguen esperando’.