PROCESOS EDUCATIVOS PARA RECIBIR A CENTENNIALS

PROCESOS EDUCATIVOS PARA RECIBIR A CENTENNIALS

3 abril, 2019 0 Por Rene Davila
Los empleadores están pidiendo no tanto habilidades duras, sino habilidades blandas.

El mercado laboral, público o privado, demanda perfiles que no existen en las universidades.

La tecnología imprescindible en la formulación de nuevos planes y programas de estudios.

Fuente: Ibero

La Universidad Iberoamericana (Ibero) Ciudad México·Tijuana se prepara para recibir a los centennials, jóvenes nacidos a partir del 2000, y que desde el 2020 comenzarán a ingresar a las aulas de educación superior. De cara a este futuro, la universidad inició un proceso relevante de repensar sus procesos educativos, que incluye el diseño de nuevos planes y programas de estudios. En el mensaje de bienvenida que dio a docentes y autoridades académicas que acudieron al ‘Segundo Conversatorio. Planes de estudios de licenciatura 2020’, David Fernández Dávalos, Rector de dicha universidad, contextualizó que, a diferencia de los millennials, más enfocados en la socialización y el disfrute, los centennials tienen como principales motivaciones la movilidad, la flexibilidad, la posibilidad de encontrar distintos estímulos, y multitud de experiencias diversas.

Nuestros futuros alumnos están esperando cambios en las formas de aprender, están esperando cambios en los espacios de aprendizaje, esperan cambios en el modo de trabajar también, por ejemplo, a través del home office y el trabajo a distancia. Además, tienen una identidad de carácter planetario, que los hace sentirse más cercanos de aquellos con quienes chatean, con quienes oyen la misma música o siguen la misma moda, que con los vecinos de al lado; “entonces, el tema de las tecnologías, va a ser un elemento imprescindible en la formulación de los nuevos planes y programas”.

Si se mira al mercado laboral, público o privado, éste se encuentra demandando perfiles que no existen en las universidades, que no están produciendo o que producen parcialmente; por ello, son las propias empresas y gobiernos quienes están asumiendo el reto de formar a sus cuadros, “porque de las universidades no están saliendo”. Además, muchos empleadores están pidiendo no tanto habilidades duras, sino habilidades blandas, como la capacidad de trabajar en equipo, la capacidad de síntesis y la capacidad de resolución de problemas. Para ello quieren, sólida formación, pero en los fundamentos de las habilidades duras.

Pese a que el 65% de las futuras generaciones va a trabajar en empleos que todavía no existen y no se sabe cómo van a ser, las universidades siguen ofreciendo egresados con perfiles rígidos, centrados en conocimientos duros y especializados. Por otra parte, la mayoría de las universidades, “un poco menos nosotros, el Sistema Universitario Jesuita”, tienen una desarticulación de la ciencia y la tecnología con el pensamiento humanista. Y debido a la flexibilidad, cada vez es más frecuente el cambio de carrera entre las y los universitarios.

Mirando al futuro de la educación

Algunas de las cosas que la universidad debiera integrar en sus programas:

  • En el nivel tecnológico, temas de big databig learningmachine learning, inteligencia artificial y nanotecnología. “Todas estas cosas que ya son una realidad, que además nos presentan la necesidad de la reflexión bioética, también de manera importante”.
  • En el nivel económico, habría que pensar en las economías emergentes, las monedas virtuales y las economías circulares.
  • En el nivel social, en los problemas que salen y nacen de las migraciones masivas, en la polarización creciente entre el norte y el sur, y en el consumismo exacerbado.
  • En el nivel laboral, en el trabajo a distancia, el home office, los entornos virtuales de colaboración y las metodologías ágiles.
  • En el nivel ambiental, en el cambio climático, en el desabasto de recursos naturales (como agua y petróleo) y en el consumo de energía como un problema central.
  • En el nivel geográfico, hay que pensar en una mayor segregación de las poblaciones, con muros físicos y muros invisibles, como el muro digital, del cual están desintegradas tres cuartas partes de la población; por lo que, “los que tienen acceso a la tecnología serán ciudadanos y ciudadanas globales, y los otros no”.