UN HÍGADO SANO

UN HÍGADO SANO

11 noviembre, 2020 0 Por Rene Davila

Foto: Internet. El cáncer de hígado no duele, por lo que son diagnosticados en etapas tardías.

El hígado es responsable de múltiples procesos fundamentales para seguir vivos. Es uno de los órganos encargado de purificar la sangre, transformar los alimentos en energía y producir bilis para trasladar las grasas en el intestino. Tiene la cualidad de purificarse a sí mismo eliminando toxinas al intestino.

“Es vulnerable al alcohol, al exceso de grasas, a la ingesta de sustancias tóxicas, ya sea medicamentos o hierbas. Su mal funcionamiento puede provocar, cirrosis, hepatitis, hígado graso o cáncer de hígado”, señaló la doctora Margarita Dehesa, miembro de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática A.C. (Fundhepa).

El ciclo de la enfermedad hepática es muy limitado, primero aparece una inflamación del hígado que deriva en una infección aguda, que si no se cuida se puede hacer crónica, se convierte en fibrótico, luego cirrótico, y finalmente llega al cáncer de hígado”.

El cáncer de hígado no duele, por esta razón la mayoría de los pacientes son diagnosticados en etapas avanzadas y ocasionando 700 mil muertes cada año a nivel mundial, de las cuales 5 mil ocurren en México. Siendo más frecuente entre los hombres que entre las mujeres, y con una tasa de sobrevivencia general de 5 años.

Entre las principales formas de detección es a través del perfil hepático, llamado fibroscan, una técnica de ultrasonografía que permite detectarlo o procedimientos de imagen como el ultrasonido, tomografía o resonancias magnéticas.

El doctor Samuel Rivera, expresidente de la Sociedad Mexicana de Oncología (SMeO), señaló que el abordaje dependerá de la salud del paciente, es decir, si además del  hepatocarcinoma padece alguna otra enfermedad en el hígado o fuera de él, que le impida ciertas intervenciones como una cirugía. Hoy existen terapias blanco para este tipo de tumor, que permiten sobrevidas por varios años para las personas con cáncer hepatocelular.

A cuidar el hígado: 

1.- Mantener un estilo de vida saludable.

2.- Hacer ejercicio regularmente.

3.- En caso de sobrepeso o diabetes, consultar al médico para que indique las medidas adecuadas para evitar el daño hepático.

4.- Tomar alcohol con moderación.

5.-Beber agua todos los días.

6.-Evitar el consumo excesivo de azúcar.

7.- Evitar el estreñimiento.

8.-Comer frutas y verduras frescas diariamente.

9.-Vacunarte contra la hepatitis B.

10.- Checar anualmente si se padece alguna enfermedad crónica hepática como hígado graso, fibrosis, cirrosis, hepatitis B o C. El chequeo debe incluir la determinación del anticuerpo para la hepatitis C y el virus B.