UNIVERSITARIA SERÁ GALARDONADA CON EL PREMIO NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS

UNIVERSITARIA SERÁ GALARDONADA CON EL PREMIO NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS

7 enero, 2021 0 Por Rene Davila

 Foto: UNAM. Como sociedad debemos exigir a las autoridades cumplir con sus deberes.

Fuente: UNAM

Por su destacada labor en la promoción y defensa de las garantías fundamentales, Rosa María Álvarez González, académica del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, recibirá el Premio Nacional de Derechos Humanos 2020 que otorga la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). 

Lamentablemente la estructura patriarcal que ha imperado desde tiempos históricos, sigue ahí agazapada, y en el momento menos pensado salta para no permitir a las mujeres llegar a esa igualdad tan anhelada desde la Revolución Francesa. Como sociedad tenemos la responsabilidad de hacer algo dentro de nuestras posibilidades, señaló la coordinadora del Núcleo Multidisciplinario sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. 

La violencia familiar y contra las mujeres, niñas y niños, es un asunto cultural que se vive desde tiempos inmemoriales. “La idea de que las mujeres somos inferiores a los varones ha subsistido a través del tiempo. Por ello es muy difícil contender contra estas ideas, mismas que han sido combatidas justo por las propias mujeres”. 

Todos los adelantos y beneficios jurídicos logrados a lo largo del tiempo, han sido gracias a los movimientos feministas en el mundo, de aquellas que se han impuesto para hacerlo, y México no es la excepción. En nuestro país, a partir de 1996, comenzaron a crearse  normas jurídicas; entre las pioneras están las del entonces Distrito Federal, más tarde se expidió la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, normas que se replicaron en casi todos los estados. “De manera que, en cuanto a regulación jurídica, creo que estamos completos; sin embargo, no se cumplen como debe ser”. 

En términos jurídicos, los logros hasta ahora para erradicar la violencia contra las mujeres, niñas y niños son un gran paso, aunque han sido arrancados casi a punta de manifestaciones y de reclamos, porque las autoridades todavía no están dispuestas a cumplir cabalmente con las obligaciones que tienen para ejecutar las normas jurídicas. El derecho por sí solo no resolverá los problemas de violencia que viven las mujeres, pero tampoco otros que aquejan al país. Ante ello, como sociedad debemos exigir a las autoridades cumplan con sus deberes. 

Aunque los métodos pueden variar y la sociedad no estar de acuerdo con los medios que utilizan las jóvenes, para que se satisfagan sus demandas, “si las autoridades no escuchan, si no están dispuestas a cumplir íntegramente con las obligaciones que les imponen las normas jurídicas, es necesario buscar otros cauces”. Poco a poco tendrán que adecuarse las leyes a esta nueva realidad, en la que mujeres y hombres tenemos los mismos derechos, esa aspiración a la igualdad debe implementarse si queremos ser un país democrático. 

“En mi caso lo que puedo hacer y he venido haciendo siempre es la academia, tratar de modificar desde esa perspectiva lo que es necesario, porque creo que la única posibilidad que tenemos de mejorar la situación de los mexicanos, no solo de las mujeres, es mediante la educación, ésta es el punto básico, el elemento fundamental para cualquier sociedad”.