ELABORACIÓN DE CARTILLA DE PREVENCIÓN SÍSMICA

ELABORACIÓN DE CARTILLA DE PREVENCIÓN SÍSMICA

19 septiembre, 2019 0 Por Rene Davila
Podrían participar el Gobierno de México, gobiernos locales, científicos y autoridades de protección civil.

México necesita sismólogos de alto nivel, no hay más de 30 doctores en sismología.

El ABC de la cultura sísmica la cual deben conocer de forma obligatoria niños, jóvenes, adultos y de la tercera edad.
Fuente: IPN
Es necesario que la sociedad mexicana cuente con una Cartilla de Prevención Sísmica, que fomente la cultura sobre estos fenómenos, para que pueda tomar buenas decisiones con información certera sobre la sismicidad, aseguró el científico de la Escuela Superior de Física y Matemáticas (ESFM) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Fernando Angulo Brown.

El especialista, quien estudia el modelo no lineal para profundizar el conocimiento sobre el comportamiento de la corteza terrestre, resaltó que esta cartilla debería constituirse en el ABC de la cultura sísmica, como una guía que necesitan conocer de forma obligatoria los niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, para saber dónde vivir y tener presente las medidas de prevención en el caso de que se presente un sismo. En la elaboración de la Cartilla de Prevención Sísmica podrían participar el Gobierno de México, los gobiernos locales y los científicos, además de las autoridades de protección civil, con la finalidad de que el documento contenga información estratégica que esté al alcance de todos los mexicanos.

México necesita muchos sismólogos de alto nivel. “De acuerdo con diversos especialistas no hay más de 30 doctores en sismología, mientras que en países como Japón se pueden contar por cientos. Es preocupante que en un país que sufre tanto con la sismicidad no tenga más especialistas”. Nuestro país cuenta con sólo dos institutos de investigación en sismología: El Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Departamento de Geofísica del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE).

En México existen buenos ingenieros que hacen infraestructura sísmico-resistente, es decir, diseños de casas o edificios que soportan movimientos telúricos, pero no es lo mismo que un científico formado en el área de la sismología. “El mensaje prioritario ha sido: Si no sabemos predecir los sismos, aprendamos a construir edificios que no se caigan con estos eventos. Ojalá contemos con más ingenieros-arquitectos, pero también es importante formar sismólogos que caractericen las regiones sísmicas del país”. A pesar de la cantidad de eventos que se registran en el Valle de México y otras entidades del país, no se puede afirmar que la población tiene una cultura sísmica.

Los sismos son fenómenos no lineales derivados de un Sistema Críticamente Autoorganizado. Ejemplificó con fichas de dominó: “Cuando están desordenadas no pasa nada, pero si se acomodan a distancia apropiada entre ficha y ficha, con poca energía produce una respuesta catastrófica del sistema. Con tantito que lo perturbes se derrumba todo. La corteza terrestre pertenece a esa clase de sistema”.

El sismólogo japonés Hiroo Kanamori demostró que la edad de la placa tectónica y su velocidad de subducción determinan la magnitud del sismo máximo posible. Cada zona de subducción del mundo está caracterizada por un sismo máximo, porque las fronteras entre placas son muy largas. “Cada zona natural sísmica tiene su propio evento máximo característico. Por ejemplo, Chile está situado en una zona que puede alcanzar 9.5 grados en la escala de Richter, pero México no ha dado más allá de 8.2, aunque se dice que en el siglo XVIII registró un evento de 8.6 grados”.

Tener una cultura sísmica básica representa contar con una conciencia de la ocurrencia de réplicas, conocer la respuesta sísmica de los terrenos donde se asienta la ciudad y saber en qué área se habita (lacustre, de transición o dura), además de otra información vital para fortalecer la prevención ante este tipo de fenómenos.