ESTADÍSTICAS DEL DÍA MUNDIAL DE LA POBLACIÓN, DATOS NACIONALES

ESTADÍSTICAS DEL DÍA MUNDIAL DE LA POBLACIÓN, DATOS NACIONALES

10 julio, 2018 0 Por Rene Davila
En 2015, el 2.7% de la población de 6 a 11 años que asiste a la escuela tiene que trasladarse a otro municipio de la misma entidad para estudiar.

El 2% de los niños de 6 a 11 años no asisten a la escuela. En el grupo de 12 a 17 años, aumenta a 16.2%.

La población de 12 a 14 años no asiste a la escuela por falta de interés, aptitud o requisitos para ingresar a la escuela, seguida por la falta de recursos económicos.

Fuente: INEGI

En 1989 el Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) propuso celebrar cada el 11 de julio el Día Mundial de la Población, a fin de centrar la atención en asuntos emergentes relacionados con la población (ONU, s/f a). El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) integra en esta información:

INASISTENCIA ESCOLAR

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) señala que la educación es un derecho y un pilar para que “niños y adolescentes puedan desarrollarse plenamente y participen en la vida social en todos sus ámbitos” (UNICEF, 2016, p. 5). En México, la Constitución plantea, en su artículo 3, la universalidad de la educación básica al señalar que “Toda persona tiene derecho a recibir educación. El Estado -Federación, Estados, Ciudad de México y Municipios-, impartirá educación preescolar, primaria, secundaria y media superior. La educación preescolar, primaria y secundaria conforman la educación básica; ésta y la media superior serán obligatorias” (CDHCU, 2017, p. 5).

Los niños que no asisten a la primaria tienen una alta probabilidad de no adquirir la aptitud de leer y escribir, y en caso de tenerla, al dejar de asistir a la escuela a temprana edad, es posible que se olvide por desuso y se conviertan en analfabetas funcionales, siendo este el caso de muchos adultos mayores que “poseen grandes limitaciones de empleabilidad debido preponderantemente a un nivel bajo de conocimientos y especialización” (CEPAL-UNESCO, 2009, p. 45).

En el país, a partir de los datos que proporciona la Encuesta Intercensal 2015, 98 de cada 100 niños de 6 a 11 años asisten a la escuela (97.7%), en tanto que dos de cada 100 niños de este grupo (263 041), no van a la escuela. Las entidades federativas que muestran el mayor porcentaje de inasistencia escolar en este grupo de edad son Chiapas (4.2%), Campeche (2.7%), Michoacán y Colima (cada una con 2.6 por ciento).  En el grupo de 12 a 17 años se incrementa la no asistencia escolar. En 2015 hay 2.2 millones de adolescentes que no asisten a la escuela, es decir, 16.2% deberían estar cursando la secundaria o el nivel medio superior y no es así.

Para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la educación en este rango de edades permitirá que las personas puedan “acceder a un trabajo decente, salir de la pobreza y alcanzar un nivel de vida satisfactorio” (ONU, s/f b). Por tanto, no asistir a la escuela compromete su futuro. Las causas por las que la población no asiste a la escuela son complejas y multifactoriales. La información obtenida del Módulo de Trabajo Infantil 2017, indica que la principal razón por la que los niños de 12 a 14 años abandonan la escuela es por falta de interés, aptitud o requisitos para ingresar a la escuela (48.3%) y por la falta de recursos económicos (14.2 por ciento).

En los adolescentes de 15 a 17 años, la principal causa de no asistencia sigue siendo la falta de interés, aptitud o requisitos para ingresar a la escuela (43.5%). En segundo lugar, se encuentran aquellos que abandonan sus estudios por trabajar (14.4%), seguidos por aquellos que lo hacen por falta de recursos económicos (12.7 por ciento).

Las causantes difieren por sexo; en los varones de 15 a 17 años destaca el trabajo como la segunda causa de abandono escolar (21.5%), mientras que en las mujeres esta posición es ocupada por el embarazo, matrimonio o unión y motivos familiares (18.1 por ciento). Tanto para hombres como para mujeres de 15 a 17 años, la falta de recursos económicos está presente entre las tres principales causas de abandono escolar. Por ello resulta pertinente conocer el gasto que realizan los hogares en educación.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2016, el gasto promedio trimestral en educación en hogares donde al menos hay una persona de entre 6 y 17 años, es de 4 435.2 pesos. Un factor importante que se relaciona con la decisión de abandonar la escuela es su acceso a ella de acuerdo con su ubicación geográfica, es decir, la lejanía a la misma. Al respecto, la Encuesta Intercensal 2015 ofrece un acercamiento a esta situación: el 2.7% de la población de 6 a 11 años que asiste a la escuela en la misma entidad, tiene que trasladarse a otro municipio para ir al lugar donde estudia. Este porcentaje aumenta a 4.3% y 11.6% entre la población de 12 a 14 y de 15 a 17 años, respectivamente. Para este último grupo de edad, destaca que 4.1% tarda más de 1 hora y hasta 2 horas para poder llegar a su centro de estudio.

ANALFABETISMO

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) argumenta que “el analfabetismo, además de limitar el pleno desarrollo de las personas y su participación en la sociedad, tiene repercusiones durante todo su ciclo vital, afectando el entorno familiar, restringiendo el acceso a los beneficios del desarrollo y obstaculizando el goce de otros derechos humanos” (CEPAL, 2010, p. 5).

Según datos de la Encuesta Intercensal 2015, son analfabetas 19.1% de los adultos mayores de 60 y más años, 4.6% en el caso de los adultos de 30 a 59 años y 1.2% en los jóvenes de 15 a 29 años. Otros grupos de población vinculados al analfabetismo que no deben perderse de vista son los niños de 8 a 14 años, que no cuentan con la aptitud de leer y escribir un recado, así como la población de 15 y más años que cuentan con menos de cuatro años de escolaridad, los cuales son más proclives a desarrollar un analfabetismo funcional.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), “el concepto de analfabetismo ha cambiado mucho durante los últimos años. En 1958, la UNESCO definía como analfabeto al individuo que no consiguiese leer o escribir algo simple. Veinte años después, se adoptó el concepto de analfabeto funcional: una persona que aún sabiendo leer y escribir frases simples, no posee las habilidades necesarias para desenvolverse personal y profesionalmente. Siguiendo las recomendaciones de la UNESCO, en la década de 1990 se comenzaron a divulgar índices de analfabetismo funcional, definiendo como analfabetas funcionales a las personas con menos de cuatro años de escolaridad” (SITEAL, 2005, p. 2).

En el país, los datos de la Encuesta Intercensal 2015 indican que el porcentaje de población de 8 a 14 años que no tienen la aptitud de leer y escribir un recado es de 2.3%, mientras la población de 15 años y más que tienen hasta tres grados aprobados de primaria es de 7.3 por ciento.

MOVILIDAD EDUCATIVA

Un aspecto fundamental de la movilidad social es la educación, por lo que resulta importante conocer la movilidad educativa que se ha dado en la población a nivel generacional. En el Módulo de Movilidad Social Intergeneracional 2016, se compara el nivel de instrucción de la población de 25 a 64 años, respecto al proveedor principal, el cual puede ser su padre, madre, ambos, o cualquier otro familiar o persona. Conforme a esta fuente de información, en 2016 el promedio de escolaridad de la población de 25 a 64 años es de 9.6 años.

En cuanto al nivel de instrucción, el mayor porcentaje se ubica en aquellos que cuentan con secundaria completa (29.5 por ciento). Solo 16.7% tiene media superior y 21% cuenta con estudios superiores. Al comparar la escolaridad con el proveedor principal, se observa que 8.7% de la población de 25 a 64 años tienen estudios inferiores al proveedor principal, 11.7% conservaron el mismo nivel educativo y más de tres cuartas partes (79.6%) lo superaron. La ocupación del proveedor principal juega un papel primordial en la educación intergeneracional. En este sentido, se observa que 63% de la población de 25 a 64 años cuyo proveedor laboraba como funcionario, director o jefe, declararon tener una instrucción de nivel superior; en contraste, 7.2% cuentan con este nivel educativo y tuvieron como proveedor principal a una persona que se ocupaba en actividades agropecuarias.

La mayor parte de la población de 25 a 64 años declara que su situación socioeconómica mejoró respecto a la familia de origen (56.7%). Por nivel de escolaridad, esta percepción es mayor al 60% en aquellos que terminaron la primaria o secundaria. Para la UNESCO, la educación es un medio para mejorar el bienestar de vida de la población y un requisito indispensable para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En palabras de este organismo internacional: “se necesitan conocimientos, habilidades, valores y actitudes que empoderen para contribuir con el desarrollo sostenible. Por lo tanto, la educación es crucial para alcanzar este tipo de desarrollo” (UNESCO, 2017, p. 7).

Los ODS son un desafío para “la supervivencia de la humanidad; fijan los límites ambientales y los umbrales críticos para el uso de recursos naturales; y reconocen que la erradicación de la pobreza debe ir a la par de estrategias que fomenten el desarrollo económico” (UNESCO, 2017, p. 7). Información completa en inegi.org.mx