PROCEDIMIENTO MÍNIMAMENTE INVASIVO PARA NÓDULOS TIROIDEOS

PROCEDIMIENTO MÍNIMAMENTE INVASIVO PARA NÓDULOS TIROIDEOS

24 noviembre, 2022 0 Por Rene Davila

Un “nódulo tiroideo” es el crecimiento de una parte de la glándula tiroides; una lesión focal que difiere de la estructura del tejido tiroideo.

Se identifica por inspección o palpación de cuello y generalmente constituye un hallazgo incidental. Siempre se requiere de un protocolo de estudios paraclínicos ya que la mayoría de los nódulos tiroideos son asintomáticos. Para la resección de los nódulos tiroideos, anteriormente, la opción inicial era la cirugía, la cual es un proceso invasivo y de lenta recuperación para el paciente. Pero ahora, expertos del Hospital Houston Methodist están implementando una nueva opción en el campo de la tiroides.

Con el lanzamiento de su nuevo programa de ablación por radiofrecuencia (RFA por sus siglas en inglés), dirigido por el doctor Helmi Khadra, cirujano oncólogo, ofrecen este innovador tratamiento mínimamente invasivo para los nódulos tiroideos.

Adaptación de la tecnología

La RFA usa guía por ultrasonido y ondas de radio de alta intensidad para reducir (o “cocinar”) tumores, nódulos y otros crecimientos. Aunque la tecnología se ha utilizado clínicamente durante décadas en otros campos, recientemente evolucionó para que sea segura de usar en el cuello, donde las funciones complejas y críticas están fuertemente concentradas. En 2018, la FDA aprobó la RFA para su uso en nódulos tiroideos compresivos benignos. Desde entonces, las indicaciones se han ampliado para incluir neoplasias malignas de menos de 1 cm y tumores metastásicos de los ganglios linfáticos del cuello.

El problema no es que el equipo sea nuevo o raro; es que muy pocos cirujanos están capacitados para usarlo. La tiroides se encuentra encima de la tráquea, el esófago y un nervio importante que controla nuestras cuerdas vocales, y entre las arterias carótidas, las venas yugulares y los nervios importantes. Es complicado controlar el calor en esta área sin dañar nada. Es por eso por lo que hubo muchas dudas en adaptarlo para su uso en la tiroides.

Beneficios de la ablación por radiofrecuencia

En comparación con la tiroidectomía abierta, las ventajas de la RFA hablan por sí solas. Con la cirugía, los pacientes tendrán una cicatriz visible en el cuello; la cirugía en sí es más larga y requiere anestesia general; el tiempo de recuperación es más largo, con más posibilidades de infección y complicaciones; y la extirpación de toda la tiroides hace que los pacientes dependan de medicamentos hormonales de reemplazo por el resto de sus vidas.

Con RFA, el paciente recibe anestesia local, puede irse inmediatamente después del procedimiento y regresar al trabajo al día siguiente, no tiene cicatrices visibles y por lo general, conserva una tiroides en pleno funcionamiento.

¿Reemplazará por completo la cirugía de tiroides?

“No, probablemente no. Para los pacientes con cáncer de tiroides, a menos que lo hayas detectado en una etapa muy temprana con ciertas características, aún será mejor extirpar la tiroides. Hace que sea más fácil monitorear la recurrencia y las hormonas sintéticas, en realidad ayudan a prevenir que el cáncer regrese.”